Ambos son limpiadores de hoteles, aunque por las quejas de Emma queda claro que preferiría hacer cualquier otra cosa que no fuera trabajar. Sin embargo, Serene está exasperada e insiste ya que Emma necesita empezar a responsabilizarse de sí misma, ¡empezando por este trabajo! Emma sigue a regañadientes las instrucciones de su madrastra mientras trabaja en la habitación, pero no pasa mucho tiempo antes de que su lado travieso se haga cargo cuando ve un sostén desechado. Sin embargo, tiene que admitir que el sostén SÍ le queda lindo a Emma… Por supuesto, una vez que Emma ve este momento de debilidad, se abalanza sobre él.