Charlan con entusiasmo mientras aprenden un poco más el uno del otro y Leana pregunta por qué Freya nunca asiste a fiestas de pijamas grupales. Freya se siente avergonzada al principio pero, después de un suave sondeo, admite que tiene una peculiaridad: ¡tiene que irse a la cama desnuda! Más tarde esa noche, Leana se levanta para ir al baño, pero cuando regresa, descubre que Freya se ha quitado las mantas mientras dormitaba, exponiendo su lindo cuerpo desnudo. Por supuesto, a Freya no le importa, pero mientras yacen uno al lado del otro, mirándose hambrientamente los cuerpos desnudos del otro, ¡no parece que vayan a dormir pronto!