Shay dice que está castigando a Eliza haciéndola oler TODAS las bragas usadas de Shay de la semana, diciendo que seguramente hará que Eliza se canse tanto de las bragas de Shay que nunca más las robará ni las olerá. Eliza parece encantada con esta idea de “castigo”, pero Shay confía en que Eliza no sonreírá por mucho tiempo. Shay observa con creciente incredulidad y preocupación, ya que Eliza no parece cansarse en absoluto de las bragas. De hecho, después de oler todas las bragas, Eliza todavía está completamente loca por las bragas. Shay dice que tal vez necesite sobreestimular a Eliza llevando las cosas al siguiente nivel…