Sabina Rouge está trabajando en la recepción cuando su cliente más reciente, Scarlett Mae, entra al salón de masajes. Inmediatamente, Sabina queda cautivada por la tranquila energía y la impresionante belleza de Scarlett, aunque intenta seguir siendo profesional. Una vez que están en una habitación privada, Sabina se da vuelta e invita a Scarlett a desnudarse para prepararse para su masaje. Sabina intenta comportarse pero no puede resistirse a echar un vistazo o dos antes de que Scarlett se suba a la mesa y se cubra con una toalla. El sensual masaje comienza cuando Sabina trabaja cada centímetro del cuerpo de Scarlett.