Aunque Jane está dispuesta a probar las nuevas técnicas, sabiendo que serían geniales para los negocios, Maya está un poco insegura debido a la naturaleza erótica. Por supuesto, tan pronto como Jane se desnuda y Aila comienza a mover sus dedos mágicos para mostrarles lo que ha aprendido, Maya inmediatamente se pone nerviosa. Cuanto más masajea Aila a Jane, frotando su hermoso cuerpo por todo el cuerpo y provocando gemidos silenciosos, más caliente se pone Maya. Aila se da cuenta y astutamente insiste en que Maya también le tome su turno para aplicar las técnicas, con su guía, por supuesto.