Una paciente avergonzada, Vanessa Vega, acude al médico, Riley Nixon, después de no poder quitarse un juego de bolas anales que se le quedaron atascadas en su interior. Mientras yace en el consultorio del médico con bolas anales de color púrpura brillante saliendo de su trasero, Vanessa definitivamente está reconsiderando las elecciones de su vida. Afortunadamente para ella, a Riley no le molesta mientras se pone a trabajar preparando a Vanessa con lubricante para quitar las cuentas. ¡y Riley pronto vuelve a colocar las bolas anales dentro de Vanessa para COMPLACERLA!